Memoria Esférica

En una habitación en penumbra que minimiza la estimulación del resto de los sentidos, un aparato de destilación por arrastre con vapor desdobla los hidrolatos del petricor, que al contacto con el aire, se impregnan en un gel capaz de solidificarse. A su lado, una bioimpresora produce esferas de este material con el propósito de ser ingeridas.

Al momento de introducirse en la boca, la esfera se desintegra, libera el olor y viaja a través de la faringe hasta el bulbo olfativo, el cual tiene dos conexiones directas con áreas del cerebro fuertemente implicadas con las emociones y la memoria: la amígdala y el hipocampo, las cuales, además, no se activan de forma tan inmediata con información visual, auditiva o táctil. Para analizar esa experiencia, se le pide a cada participante compartir la memoria que generó el aroma y se produce un registro vivo de la pieza.